Acciones contra la piel que no te das cuenta qué estás cometiendo.
Si has intentado con todos los trucos del libro y todavía son visibles algunas imperfecciones, tal vez es hora de mirar más allá de los productos que estás utilizando. Aquí hay seis cosas de las que podrían ser las culpables.
1. Tocarte tu cara todo el día
Mira tus manos. Ahora piensa en todas las cosas o actividades que has hecho hoy: hacer uso de un baño público, haberte sostenido de los pasamanos de las escaleras o utilizar tu computadora, Cada vez que nos tocamos la cara, permitimos que millones de bacterias e impurezas que hemos acumulado todo el día ingresen a nuestros poros.
2. Dejar que el cabello caiga en tu rostro
Los ingredientes utilizados en los productos para el cabello, desde los acondicionadores que no necesitan enjuague hasta los productos para corte y peinado, pueden obstruir tus poros, causando brotes a lo largo de la línea del cabello o la frente si utilizas flequillo.
3. No desinfectar tu celular
Hay algo en lo que no pensamos demasiado: la limpieza de nuestros teléfonos móviles. Va con nosotros a todas partes. Vamos, admítelo, incluso lo llevas al baño para leer un poco. La suciedad microscópica y los gérmenes pueden acumularse fácilmente en su superficie, lo que gustosamente ponemos en nuestros rostros. Límpialo con una toallita antibacteriana antes de acercarlo a tu rostro, o usa tus audífonos o manos libres cuando hagas una llamada.
4.Empezar a transpirar
Si bien la sudoración es buena para abrir los poros, puede que no sea lo mejor si tu piel es propensa al acné. Exponerse a las condiciones del calor y la humedad donde tú transpiras, expuesta al sol, o los estudios de yoga caliente es un no rotundo. La sudoración promueve el aumento de la producción de grasa, lo que puede empeorar el acné si no te tomas la precaución de limpiarlo adecuadamente con una rutina completa de cuidado de la piel.
5. Tocarte tus imperfecciones
Esto es tan subconsciente como tocar tu rostro. Cuando hay una espinilla o grano, algo que pica, lo primero que hacemos es sentir, rascar y pinchar. A veces somos demasiado impacientes, y creemos que al exprimirlo ayudará. No lo toques. Deja que tus productos de cuidado de la piel hagan todo el trabajo duro.
6. Exposición al Humo
Los cigarrillos te afectan sin tener que fumar. Incluso el humo de segunda mano de amigos o las zonas donde se fuman pueden aumentar el riesgo de un brote. Cuando el tabaco se quema, las partículas nocivas y las toxinas del humo pueden ingresar a tus poros, lo que podría provocar brotes y formas más graves de acné, como quistes. Mantente lejos, muy lejos de todo ese aire tóxico.